Una sola explicación podría tener la maniobra: Erneta parece querer compartir con el Concejo la responsabilidad, en caso que que la Justicia falle en contra.
Pero la licitación fue "armada" a medida de la discrecionalidad del poder evaluador - lease el Municipio - y en tiempo record. Tanto apuro tuvo Erneta que en el camino quedaron aspectos no cumplidos de la legislación ambiental, y todo tipo de errores, entre los que se cuentan aumentar sin mayores contribuyentes los valores de referencia de los pliegos.
El Centro de Orientación y Defensa del Consumidor (CEODECO) fue a la justicia y obtuvo una medida cautelar por parte del Juez en lo Contencioso Administrativo de Dolores Marcelino Escobar, que detuvo el proceso.
Si bien Escobar levantó parcielmente la cautelar, a la apelación del CEODECO en la Cámara en lo Contencioso de Mar del Plata le llegó el receso judicial de verano. La Municipalidad solicitó la habilitación del proceso en feria para permitir notificaciones, y la cuestión sigue su trámite durante enero en la Cámara en lo Contencioso Administrativo de San Nicolás.
En el medio del proceso, Erneta aceleró las tramitaciones administrativas y otorgó las concesiones, lo que le valió la denuncia penal por desobediencia por parte del Juez Escobar.
El final es abierto;: si la Justicia confirma el proceso, saldrá bien en esta instancia, y si lo rechaza cabe la posibilidad de incurrir en responsabilidades penales aquellos funcionarios y concejales que aprueben un proceso no firme.
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