Irritabilidad en las vias respiratorias en algunos casos, y la molestia de tener que cerrar todas las aberturas de las viviendas en una de las noches mas calurosas del verano, fueron algunos de los inconvenientes de los habitantes de los barrios al oeste de la ciudad.
El basural se encuentra a unos 800 metros al oeste del kilómetro 405 de la ruta 11, y pese a todos los vaivenes en su manejo nunca dejó de ser un predio en donde se acumula basura sin tratamiento, y que por el efecto de los gases que allí se generan, periódicamente se incendia.
Además de la ciudad, el transito por esa zona de la ruta se vio perjudicado por la reducción de la visibilidad.
El predio de disposición final de residuos está acompañado de gran cantidad de hitos que despertaron el debate regional, pero que nunca condujeron a resultado alguno: desde el “acta de Lavalle firmada allá por 1990 a la fecha, han pasado preocupaciones por el tema canalizadas a través de acuerdos regionales. EL más firme y notorio fue el Plan Estratégico “Tuyu Mar y Campo” del año 2006, que con los cambios en las administraciones de Pinamar y Villa Gesell quedó en el olvido.
El predio no cumple con lo dispuesto en la ley provincial 13592 que buscaba erradicar los basurales a cielo abierto, ni siquiera en cuanto a las condiciones básicas de alturas de napas, por lo que esta condenado a terminar siendo uno de los sitios de mayor altura en la micro región, superando los altos médanos que se encuentran a menos de un kilómetro, hacia el mar.
Solo a modo de ejemplo, el articulo 6 de la citada norma prevee el concepto de minimizacion, renglón en el que el Municipio de Villa Gesell ha tenido un permanente retroceso, sobre todo en lo que respecta a su programa de reciclado.
Ya es para la fisonomía de estos lugares de la pampa bonaerense una gran montaña, de basura.
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