La “explotación” es bien notoria, no solo en una “dimensión” económica, porque el trabajador no puede determinar sus salarios, es también simbólica por ser señalado como un valor pero que -no decide- ninguna guía económica y social, por ser arrojado a las capas más vulnerables, entonces, recapitulemos, ¿cómo es posible que el verdadero protagonista de un país, el trabajador, este permanentemente parasitado?, ya te lo digo, le han hecho la cabeza, como ciudadano, como militante, como importante, pero es lo más ¡vulnerable! que existe en la tierra entera de Latinoamérica por los diversos grados señalados de explotación,
Mientras, el -asqueroso e inmundo- parásito lo “alaba”, busca que pertenezca a sus filas partidarias, lo “mima” con palabras, mientras, el trabajador produce y, por otro lado, el parásito con lo recaudado por el sudor ajeno, lo entrega a otra gente que -no trabaja-, son los -planes sociales-, pero ¿cuánto tiempo se debe estar bajo ese régimen?, porque más allá que esa plata le es sacada a alguien, aquí la parasitación se encuentre en ambos lados del mostrador, militancia y política partidaria.
Lo que nos muestra que la palabra pueblo no significa “homogeneidad”, sino distinción y diferencia entre los que trabajan, los que no trabajan y terciados por los intereses partidarios subsidiarios, la militancia en estos casos se torna en una especie de “contraprestación” por el cual se benefician al convertirse en remunerados crónicos y es por el hartazgo de esto último, que el presente gobierno “subió”, pero claro, con el siguiente precio, puesto que con el superávit, la estabilidad cambiaria y desaceleración inflacionaria, usted dirá, “fantástico, por fin se hacen bien las cosas”, pero claro, el precio son el sufrimiento de los tarifazos, la caída de ingresos, recesión y con ello la destrucción del empleo, ¿entonces?, ¡victoria a lo Pirro!.
Ahora, si usted cree que son las -fuerzas empresariales. quienes con sus desarrollos e impuestos, mantienen al Estado, por ser beneficiadas, pero solo lo que provee riqueza está en la producción y en mano a las -fuerzas laborales- de un país, porque un millón de dólares sin inversión, al otro año, sigue siendo un millón de dólares, pero si se invierte en trabajo y producción, será generadora de un mayor patrimonio, y un frotarse las manos de la presente parasitación, entonces, ¡basta! de mesianismo, lideres, caudillos y salvadores, ¡basta! del relato partidario y del narcótico victorioso de las banderas, pancartas, bombos y cantos al personalista histórico o de turno, porque todos ellos, te vienen parasitando y lo seguirán haciendo, hasta abandonarte porque ya -estarás muerto-.
Juan Oviedo
SiGesellnoticias