Nueva estrella en el firmamento peronista

Este desconocido no lo trajo la cigüeña.

Aprendió su capacidad contorsionista de su ex suegro, que no es otro que Leopoldo Moreau. No hay dudas que tiene escuela…

En sus tiempos de aprendizaje fue miembro del grupo radical “Los irrompibles”, título que por sí solo denuncia la incoherencia.

En el Comité ya demolido de calle Formosa 114 comenzó sus andanzas desde joven.

El local se trasladó a Rioja 489, sede que paradójicamente tiene las paredes pintadas de rojo y muestra una cara del pobre Raúl Alfonsín que si estuviera vivo se pondría tan rojo como la pared.

Vive frente al Parque Rivadavia, una de las zonas mejores de Caballito, en un confortable departamento.

Santoro es Licenciado en Ciencias políticas y docente en el CBC de la UBA sede Puán y en el Centro Universitario Devoto.

Cobró sueldos en la auditoría General de la Nación, (AGN) y también fue funcionario de Jorge Telerman en el Gobierno de la Ciudad.

La noticia generó agudos comentarios que, entre otros, sacaron a relucir algunas expresiones de Santoro en las redes sociales con críticas despiadadas contra los Kirchner.

“fueron expresiones adolescentes” dijo, a modo de disculpas.

Anda mal en matemáticas, porque esos dichos son del año 2013 y hoy tiene 39 años.

Lo cierto es que de la mano de su maestro, Leopoldo Moreau, el “irrompible” ahora es de la Cámpora.

Más aún, ha dejado en el camino a una pléyade de peronistas que por su condición de serviles y medrosos del Poder mastican sus rabias en silencio.

Por lo demás, la elección de los Vices parece ser un estigma para los kirchneristas.

Boudou primero y este ahora son testimonios claros de una tara notable.

En respuesta a los reproches que le hicieron sus antiguos compañeros de ruta dentro de la UCR e el adulto joven Leandro Santoro contestó con una frase célebre del humorista Groucho Marx, (1890/1977). Estos son mis principios, pero si no les gustan, tengo otros”, dijo el notable estadounidense.

En su caso, da risa.

En el caso de este tal Santoro, da lástima.

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