Hartazgo

Sin embargo, si interrogamos “si ese gobierno era bueno, prestaba atención a lo que le rodeaba, ¿porque no logro otra nueva reelección?”, nos provoque la sospecha que el criterio de la capacidad del gobierno no sería lo concluyente y ni determinante a la hora de considerar los motivos presentes en toda elección, entonces, ¡qué es?

Una frase habla y sostiene acerca del humor de la gente a la hora de votar, y si bien es algo curioso no deja de tener cierta dosis de realidad, porque a la hora de los cambios electorales lo que entra en la palestra, sea el hartazgo de la gente.

El hartazgo colectivizado sea lo determinante en todo esto de los cambios en los gobiernos, la gente no vota razones sino que la gente lo hace desde lo emocional instalado, tal sea el criterio en ciernes a la hora de votar, y como ejemplo vamos a lo siguiente: obras de gas en Mar de las Pampas, una obra necesaria, sin embargo, el hartazgo de la gente acerca del intendente presente o de tuno, considere que se haga esa obra ¡pensando en el periodo electoral!, por el cual con tal obra se logre el efecto contrario.

El hartazgo de la gente es una franja electoral muy beneficiosa ya que se opone a los votos cautivos y éstos, también participen de lo emocional instalado como partido.

Sin embargo, el hartazgo de uno y la obediencia del otro revisten aristas muy diferentes, puesto que el primero implica un individuo que pone sus expectativas en lo real de una gestión, y si ésta no cumple con lo que se espera de ella, ya sea meses, años o lo que fuera, tal creer se rebele y de por terminado el ciclo de la espera y diga ¡basta!, he aquí el hartazgo de lo emotivo, mientras, la persona obediente ponga sus intereses, su confianza y necesidades en la presencia de una autoridad, y subordina su juicio y su voluntad a la figura de ese tercero, estamos frente a los individuos del voto cautivo, son los mismos que acompañan al perdedor y éste con indisimulada rabia, vocifera ante los medios por la nueva elección en dos años y a la que habrán de ganar, junto al séquito de los cautivos aplaudiendo condescendiente tal afirmación.

Por lo tanto, las reelecciones en el pueblo no se basan en las buenas o malas gestiones sino en lo emocional presente y argumento para la extensa publicidad mediática que la gestión viene realizando y busca llegar, calar, en lo emocional de la gente del pueblo, así, fotos, eventos, con los rostros de siempre y archi conocidos, el maquillaje sonoro, visual, no busque competir ni tapar una realidad in situ, tal como es la inseguridad, falta de insumos, barrios sin terminar, construcciones sobre la playa etc., sino posicionarse en lo emocional de las personas y desde ahí, operar.

Por ejemplo, con frases tales como, “el peronismo es un sentimiento, la 12 late, la casa está en orden, síganme no los voy a defraudar, esta es la mejor temporada de la historia, Gesell, un sueño posible, etc.”, buscan satelizar lo emocional de la gente alrededor de los individuos que las pronuncian.

Por lo tanto ¿cómo justificar 12 años de una administración y 6 años para 8 de la presente gestión?, ¿cómo justificar el durar y el pasar de lo bueno?.........sin lugar a dudas por lo emocional que nos dice presente desde hartazgos y cautivos.

Y como corolario algo seguro, lo que lleva a ser intendente, también lo lleva a la derrota y el hartazgo, mucho tenga que decir como emoción que vota.

Juan Oviedo

SiGesellnoticias

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