Día del niño

La pobreza y la miseria quite prontamente la inocencia en esos niños que sufren hambre, frío, calor, hacinamiento y cuantas calamidades más, pues ellos deban salir a la calle no para jugar sino con una realidad a cuestas, facilitar su sobrevivir y por ello, deban conseguir algo material sea eso lo que sea y así, pidan o sufran algún tipo de explotación laboral etc.

Mientras que en el adulto, su ingenuidad nació porque hubo de ser incautada su capacidad de crítica para cuestionar, vaya como ejemplo cuando gana tal candidato y pierde aquel otro, tales adultos creen que ganan o que pierden ellos ante el discurso de la representación que les han hecho creer y el caudal de las cantidades como un saber elegir.

El ingenuo no ve que la falta de inocencia es provocada por su ingenuidad y el desinterés que ello provoca, y su triunfo, implique para otros condena, como son los triunfos de la ineficiencia de una gestión o el triunfo de la insuficiencia como oposición, tales triunfos si o si implican condena para el pueblo en su generalidad y posicione lo ingenuo como mentalidad atentando contra la inocencia del porvenir.

¿Qué decimos?, que tales adultos atenten contra el niño del fututo pero fundamentalmente, contra el hombre del mañana por lo cual la pregunta no tarde en posicionarse ¿cómo superar y desterrar para siempre esa ingenuidad instalada en el pueblo?

Y para ello comience a cuestionar la validez de la representación, no crea en sus discursos oficiales ni en su difusión mediática como sucede con “el más esto, aquello y lo otro, el trabajamos más, el lo hacemos todos juntos”, slogan publicitarios que buscan posicionar una realidad a la cual no es captable a simple vista, como la miseria y la inseguridad que se puede observar en el pueblo.

Separe la relación política con la instancia electoral pues son dos cosas distintas, la primera es condición a la que envuelve a todo el pueblo, sus necesidades, sus proyectos, el trabajo, el cambio del modelo económico costero etc., vale decir, la presencia y la participación del geselino, no como reclamo sino propuesta, como oferta, como idea, como intervención en la res pública del lugar.

Y entienda que lo electoral solo es un medio para posicionar en el municipio o el H.C.D. a las nuevas autoridades pensando en el eje de la autogestión personal, partidaria y en relación a algún poder privado local.

Por ello cuando ellos ganan, sin distinción alguna de quien gane, sólo desde la ingenuidad se pueda pensar que se gano, porque en el fondo siempre se pierda e incluyendo en tal estado del perder, el ganar de toda victoriosa oposición, pero fundamentalmente deba entender una sola cosa, que de usted dependa que se vuelva a festejar el día del niño y posicionar nuevamente la inocencia, sólo extirpando su ingenuidad y eso ocurra, cuando deje votar a los no ingenuos.

Con la robada inocencia y la ingenuidad a cuestas, jamás será pertinente festejar el día del niño en el lugar.

Juan Oviedo

SiGesellnoticias

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